LOS PRIMEROS RAYOS
¿Has probado el sabor a madrugada?Sí, ese que parpadea en el estomago,
cuando recuerdas las caricias regaladas
a tu amante hoy furtivo al descubierto.
La madrugada sabe a café en la misma taza,
suena a cucharillas amarillas,
desparejadas, heredadas de extraños,
que vigilan la sala en marcos de cerezo.
Huele a tu aroma en las arrugas de mi pelo,
en el dorso de mis muñecas,
en el beso tierno sobre la palma de mi mano.
Me sonríes y te comes mis labios,
abro mis muslos y me siento en tu sorpresa,
cierro tus párpados con los míos
para que no veamos terminar estas horas fugaces,
de madriguera...
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