viernes, 12 de diciembre de 2008

Mare Nostrum 34967@08


El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste del mar?
En sueños, la marejada me tira del corazón. Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste acá?

Rafael Alberti, 1924

Mare Nostrum 8375@08



A LUIS CERNUDA, AIRE DEL SUR BUSCADO EN INGLATERRA
Si el aire se dijera un día: —Estoy cansado, rendido de mi nombre... Ya no quiero ni mi inicial para firmar el bucle del clavel, el rizado de la rosa, el pliegecillo fino del arroyo, el gracioso volante de la mar y el hoyuelo que ríe en la mejilla de la vela...
Desorientado, subo de las blandas, dormidas superficies que dan casa a mi sueño. Fluyo de las paradas enredaderas, calo los ciegos ajimeces de las torres; tuerzo, ya pura delgadez, las calles de afiladas esquinas, penetrando, roto y herido de los quicios, hondos zaguanes que se van a verdes patios donde el agua elevada me recuerda, dulce y desesperada, mi deseo...
Busco y busco llamarme ¿con qué nueva palabra, de qué modo? ¿No hay soplo, no hay aliento, respiración capaz de poner alas a esa desconocida voz que me denomine?
Desalentado, busco y busco un signo, un algo o alguien que me sustituya que sea como yo y en la memoria fresca de todo aquello, susceptible de tenue cuna y cálido susurro, perdure con el mismo temblor, el mismo hálito que tuve la primera mañana en que al nacer, la luz me dijo: —Vuela. Tú eres el aire.
Si el aire se dijera un día eso...

Rafael Alberti

Mare Nostrum 349678@08



A UN CAPITÁN DE NAVÍO
Homme libre, toujours tu chériras la mer.
C. Baudelaire
Sobre tu nave —un plinto verde de algas marinas, de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar, capitán de los vientos y de las golondrinas, fuiste condecorado por un golpe de mar.
Por ti los litorales de frentes serpentinas desenrollan, al paso de tu arado, un cantar: —Marinero, hombre libre que los mares declinas, dinos los radiogramas de tu estrella Polar.
Buen marinero, hijo de los llantos del norte, limón del mediodía, bandera de la corte espumosa del agua, cazador de sirenas;
todos los litorales amarrados del mundo pedimos que nos lleves en el surco profundo de tu nave, a la mar, rotas nuestras cadenas.

Rafael Alberti, 1924

Mare Nostrum 48937@08



EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS
Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando, del 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4. Tizas frías y esponjas rayaban y borraban la luz de los espacios. Ni sol, luna, ni estrellas, ni el repentino verde del rayo y el relámpago, ni el aire. Sólo nieblas. Vírgenes sin escuadras, sin compases, llorando. Y en las muertas pizarras, el ángel de los números, sin vida, amortajado sobre el 1 y el 2, sobre el 3, sobre el 4...

Rafael Alberti

Mare Nostrum 348967@08



ALGUIEN
Alguien barre y canta y barre (zuecos en la madrugada). Alguien dispara las puertas. ¡Qué miedo, madre! (¡Ay, los que en andas del viento, en un velero a estas horas vayan arando los mares!) Alguien barre y canta y barre. Algún caballo, alejándose, imprime su pie en el eco de la calle. ¡Qué miedo, madre! ¡Si alguien llamara a la puerta! ¡Si se apareciera padre con su túnica talar chorreando!... ¡Qué horror, madre! Alguien barre y canta y barre.

Rafael Alberti

Mare Nostrum 349687@08



Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera! Siempre me la inflaba el viento al divisar la escollera.

Rafael Alberti, 1924

viernes, 28 de noviembre de 2008

Claveles 467@08



REMANSOS
VARIACIÓN
El remanso del aire bajo la rama del eco.
El remanso del agua bajo fronda de luceros.
El remanso de tu boca bajo espesura de besos.

Federico García Lorca

Lectura



POEMA DE LA SAETA
PASO
Virgen con miriñaque, virgen de Soledad, abierta como un inmenso tulipán.
En tu barco de luces vas por la alta marea de la ciudad, entre saetas turbias y estrellas de cristal. Virgen con miriñaque tú vas por el río de la calle, ¡hasta el mar!

Federico García Lorca

Claveles 9468@08



SEVILLANAS DEL SIGLO XVIII
1
¡Viva Sevilla! Llevan las sevillanas en la mantilla un letrero que dice: ¡Viva Sevilla!
¡Viva Triana! ¡Vivan los trianeros, los de Triana! ¡Vivan los sevillanos y sevillanas!
2
Lo traigo andado. La Macarena y todo lo traigo andado.
Lo traigo andado; cara como la tuya no la he encontrado. La Macarena y todo lo traigo andado.
3
Ay río de Sevilla, qué bien pareces lleno de velas blancas y ramas verdes.

Federico García Lorca

Clavel 5469@08



REMANSOS
REMANSO, CANCIÓN FINAL
Ya viene la noche.
Golpean rayos de luna sobre el yunque de la tarde.
Ya viene la noche.
Un árbol grande se abriga con palabras de cantares.
Ya viene la noche.
Si tú vinieras a verme por los senderos del aire.
Ya viene la noche,
Me encontrarías llorando bajo los álamos grandes. ¡Ay morena! bajo los álamos grandes.

Federico García Lorca

Bodegón 5468@08



GACELAS
II GACELA DE LA TERRIBLE PRESENCIA
Yo quiero que el agua se quede sin cauce. Yo quiero que el viento se quede sin valles.
Quiero que la noche se quede sin ojos y mi corazón sin la flor del oro.
Que los bueyes hablen con las grandes hojas y que la lombriz se muera de sombra.
Que brillen los dientes de la calavera y los amarillos inunden la seda.
Puedo ver el duelo de la noche herida luchando enroscada con el mediodía.
Resisto un ocaso de verde veneno y los arcos rotos donde sufre el tiempo.
Pero no me enseñes tu limpio desnudo como un negro cactus abierto en los juncos.
Déjame en un ansia de oscuros planetas, ¡pero no me enseñes tu cintura fresca!

Federico García Lorca

Clavel 4687@08



Yo sé que mi perfil será tranquilo en el norte de un cielo sin reflejo: Mercurio de vigilia, casto espejo donde se quiebre el pulso de mi estilo.
Que si la yedra y el frescor del hilo fue la norma del cuerpo que yo dejo, mi perfil en la arena será un viejo silencio sin rubor de cocodrilo.
Y aunque nunca tendrá sabor de llama mi lengua de palomas ateridas sino desierto gusto de retama,
libre signo de normas oprimidas seré, en el cuello de la yerta rama y en el sinfín de dalias doloridas.

Federico García Lorca

Claveles 48@08


ZORONGO
Las manos de mi cariño te están bordando una capa con agremán de alhelíes y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío, por la primavera blanca, los cascos de tu caballo cuatro sollozos de plata. La luna es un pozo chico, las flores no valen nada, lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazan, lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazan.

Federico García Lorca

Plátanos 57@08



LAS MORILLAS DE JAÉN (Canción popular del siglo XV)
Tres moricas me enamoran en Jaén: Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan garridas iban a coger olivas, y hallábanlas cogidas en Jaén: Axa y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas y tornaban desmaídas y las colores perdidas en Jaén: Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas iban a coger manzanas y hallábanlas tomadas en Jaén: Axa y Fátima y Marién.
Díjeles: ¿Quién sois, señoras, de mi vida robadoras? Cristianas que éramos moras en Jaén: Axa y Fátima y Marién.

Federico García Lorca

Clavel 43856@08



TEORÍAS
CAZADOR
¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van.
Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas sus cuatro sombras.
¡Bajo pinar! Cuatro palomas en la tierra están.

Federico García Lorca

domingo, 16 de noviembre de 2008

Entreo Ocrs 654@08



LXX
Cuál es el trabajo forzado de Hitler en el infierno?Pinta paredes o cadáveres? Olfatea el gas de sus muertos?Le dan a comer las cenizas de tantos niños calcinados?O le han dado desde su muerte de beber sangre en un embudo?O le martillan en la boca los arrancados dientes de oro?

Pablo Neruda

Elhundimiento 349@08



LXXIV
Por qué se queda en los ramajes hasta que las hojas se caen?Y dónde se quedan colgados sus pantalones amarillos?Verdad que parece esperar el Otoño que pase algo?Tal vez el temblor de una hoja o el tránsito del universo?Hay un imán bajo la tierra, imán hermano del Otoño?Cuándo se dicta bajo tierra la designación de la rosa?

Pablo Neruda

Entreo Ocres 348956@08


XLIV
Dónde está el niño que yo fui, sigue adentro de mí o se fue?Sabe que no lo quise nunca y que tampoco me quería?Por qué anduvimos tanto tiempo creciendo para separarnos?Por qué no morimos los dos cuando mi infancia se murió?Y si el alma se me cayó por qué me sigue el esqueleto?

Pablo Neruda

Entre Ocres 34967@08



XXI
Y cuando se fundó la luz esto sucedió en Venezuela?Dónde está el centro del mar? Por qué no van allí las olas?Es cierto que aquel meteoro fue una paloma de amatista?Puedo preguntar a mi libro si es verdad que yo lo escribí?

Pablo Neruda

Entreo Ocres 9578@08



V
Qué guardas bajo tu joroba?dijo un camello a una tortuga.Y la tortuga preguntó:Qué conversas con las naranjas?Tiene más hojas un peralque Buscando el Tiempo Perdido?Por qué se suicidan las hojascuando se sienten amarillas?

Pablo Neruda

Cítricos 89795@08


Hasta cuándo hablan los demás si ya hemos hablado nosotros?Qué diría José Martí del pedagogo Marinello?Cuántos años tiene Noviembre?Qué sigue pagando el Otoño con tanto dinero amarillo?Cómo se llama ese cocktail que mezcla vodka con relámpagos?

Pablo Neruda

Entreo Ocres 3457@08



LXVI
Echan humo, fuego y vapor las o de las locomotoras?En qué idioma cae la lluvia sobre ciudades dolorosas?Qué suaves sílabas repite el aire del alba marina?Hay una estrella más abierta que la palabra amapola?Hay dos colmillos más agudos que las sílabas de chacal?

Pablo Neruda

Entre Ocres 94568@08



ODA A LAS PAPAS FRITAS
Chisporroteaen el aceitehirviendola alegríadel mundo:las papasfritasentranen la sarténcomo nevadasplumasde cisne matutinoy salensemidoradas por el crepitanteámbar de las olivas.El ajoles añadesu terrenal fragancia,la pimienta,polen que atravesó los arrecifes,yvestidasde nuevocon traje de marfil, llenan el platocon la repetición de su abundanciay su sabrosa sencillez de tierra.

Pablo Neruda

sábado, 8 de noviembre de 2008

Ruidera 7365 208



POEMAS EXTRANJEROS
Amanecer en Palermo.
-I-
A bordo del Spartiventi (Un como moderno Eolo) mirabas, extático, las luces que, cada vez más, entregaban sus vidas. ¡Quién lo pensara durante otros instantes! Eran las de Nápoles, La ciudad cargada de sinuosas Leyendas musicales: —Torna a Sorrento, —¡O! sole mio, —Tu sei l’impero dell’armonia, —Santa Lucia, ¡O! dolce Napoli, ¿Quién lo pensara durante otros instantes?
-II-

Colores de Otoño 34867@08


EL CONTICINIO Y TÚ
Para Sara
La lluvia golpea los cristales mientras el silencio me inmuta por el peso de los recuerdos. Júpiter continúa cargando su carruaje mientras mis oídos conservan el ruido de sus pasos. Aprehendo nociones y celajes que hace tiempo habían huido de mí, pero que hoy acariciaron mi frente. Sin embargo, sólo contemplando tus gualdos mares que me muestran los azules mares de Key Biscaine, puedo entender la inmensidad que me rodea y la verdeoquedad en lontananza.
Miami Beach, 24-08-00
Luis Álvarez

Colores de Otoño 349678@08


COLORES DE OTRO OTOÑO
Para Sara
Hoy he vuelto a ver amarillos Los plátanos que, diariamente, Bordean mi camino. También he visto moradas las hojas De otros árboles que aún no he conocido. No... No era mentira. Estaban más hermosos Que cuando contemplábamos Los rizos del primer equinoccio. Mi mano trémula por pesos y cansancios Quiso mostrarte el oro más refulgente de la tarde. ¿Por qué no pude? No lo sé. Tal vez mi mano que intentó abrazarte No encontró el ansiado sostén de otras miradas. Quise explicarte con tus propias palabras La fusión oroazul de aquellas copas. No recibí respuesta. Claro... Por un momento había olvidado Que no andabas conmigo.
Roma, octubre de 2002.
Luis Álvarez

Ruidera 83457@08


POEMA PARA UNA MUJER INNOMBRADA
Aún no sé por qué. Pero me gustaba contemplarla durante el contrario recorrido que hacíamos en las caminerías de Terrazas.
Su cara me decía palabras de otra ausencia. Cuando me hablaba, en el instante en que se cruzan las miradas contrarias obligadas a no detenerse, sin mirar las vitrinas. Como los mejores descendientes de Marathón, oía el estribillo de aires malagueños aprendidos de todos los victorhugos del mundo.

viernes, 24 de octubre de 2008

Ruidera 8546@08



QUIERO VOLAR AL CIELO
—Quiero volar al cielo, madre, y no sé hacerlo.
—Cierra mucho los ojos, hijo, y reza luego.
Junio 99, Valdecilla (Santander)
Blanca-María Alonso Rodríguez

Ajo 846@08


EL BESO
—Quiero pintar un beso redondo y grande. Quiero pintar un beso y no me sale, padre, y no me sale.
—Pinta unos labios tiernos: los de tu madre; y pinta cerca de ellos tu rostro de ángel. Verás que, sin quererlo, el beso sale, sin pincel , sin colores, sin esforzarte.
Junio 99, Valdecilla (Santander)
Blanca-María Alonso Rodríguez

Ruidera 735@08



AMAR EL SUFRIMIENTO
¿Por qué, Señor, he de esperar al día en que la pena ahogue mi garganta para sentir la fe con fuerza tanta que llegue a ser feliz en mi agonía?
¿Por qué, Señor, mi fe suele ser fría sin comprender lo grande de tu empeño, sin querer soportar divino leño para no entorpecer la vida mía?
Dame, Señor, la fe y en tal cuantía que en la felicidad ame la muerte y que en el sufrimiento ame la vida.
Que no espere, Señor, a estar ahogada por las penas sangrantes de una herida para aceptar, de Ti, carga pesada.
Blanca-María Alonso Rodríguez

Ruidera 8548@08



LA VIDA
Siempre hilando el camino de la vida terrena; a veces llega el hilo, otras veces no llega.
Por eso, cuando el hilo sea una hebra tensa, tiraré de la aguja con las fuerzas que tenga.
Y si falla el intento y rompiese la hebra, aflojaré los hilos de las puntadas muertas para hilar, bien segura, el de la vida eterna.
Blanca-María Alonso Rodríguez

Ruidera 8437@08



EL BESO
—Quiero pintar un beso redondo y grande. Quiero pintar un beso y no me sale, padre, y no me sale.
—Pinta unos labios tiernos: los de tu madre; y pinta cerca de ellos tu rostro de ángel. Verás que, sin quererlo, el beso sale, sin pincel , sin colores, sin esforzarte.
Junio 99, Valdecilla (Santander)
Blanca-María Alonso Rodríguez

Mandarinas


AMAR EL SUFRIMIENTO
¿Por qué, Señor, he de esperar al día en que la pena ahogue mi garganta para sentir la fe con fuerza tanta que llegue a ser feliz en mi agonía?
¿Por qué, Señor, mi fe suele ser fría sin comprender lo grande de tu empeño, sin querer soportar divino leño para no entorpecer la vida mía?
Dame, Señor, la fe y en tal cuantía que en la felicidad ame la muerte y que en el sufrimiento ame la vida.
Que no espere, Señor, a estar ahogada por las penas sangrantes de una herida para aceptar, de Ti, carga pesada.
Blanca-María Alonso Rodríguez

Ruidera 9368@08



12
Gruesa, gruesa la lengua de ceniza.Y pesado y pegajoso el cantoque ella masculla susurra deletrea.Importuna la lengua de ceniza.Como castigo le prenderemos fuego.
Jorge Riechmann

Nueces 83457@08



21
para Michelen su dolor y en su desconcierto
El tumor le deformaba el vientrecomo una teta monstruosa.Hoy ha reventado.El hedor inunda toda la casa.La perrita Asphodèle agonizacon los ojos abiertosal vacío de todas las preguntas.Pronto la intravenosa de sombraapagará el dolor sorprendente de ser.El mundo está enfermo de soledad.
Jorge Riechmann

Ajo 8347@08


Desde hace días han desaparecidolas africanas que vendían maíz cocidoen el mercado de la rue Dejean.Extrema quietud la de los niños negrosfajados a la espalda de ellascon la ventrera, un arco iris pobre.Y ya que estamos hablando de colores:el interior de este silencio es rojocomo un corazón arado.
Jorge Riechmann

Ruidera 89467@08



4
Al individuo con sus correas ásperascon su boca tapiadacon su triste inmunidadaléjalo de mí.Hemos nacido para soles más limpios.Y no dejes de escribirtu fiebre por las paredes.
Jorge Riechmann

Huevo



19
A París, una ciudad que no existe,me llega la noticia: Berlínha desaparecido.¿Quién da un paso hacia el centro del invierno?La angustia dúctil se me enrosca en el vientre.Hoy tengo ancianos los ojos cuando todotodo está aún por hacer.
10 de noviembre de 1989
Jorge Riechmann

viernes, 17 de octubre de 2008

Rota



PROVERBIOS Y CANTARES - XXXV
Hay dos modos de conciencia: una es luz, y otra, paciencia. Una estriba en alumbrar un poquito el hondo mar; otra, en hacer penitencia con caña o red, y esperar el pez, como pescador. Dime tú: ¿Cuál es mejor? ¿Conciencia de visionario que mira en el hondo acuario peces vivos, fugitivos, que no se pueden pescar, o esa maldita faena de ir arrojando a la arena, muertos, los peces del mar?

Antonio Machado

Zumo de manzana



SOL DE INVIERNO
Es mediodía. Un parque. Invierno. Blancas sendas; simétricos montículos y ramas esqueléticas. Bajo el invernadero, naranjos en maceta, y en su tonel, pintado de verde, la palmera. Un viejecillo dice, para su capa vieja: «¡El sol, esta hermosura de sol!...» Los niños juegan. El agua de la fuente resbala, corre y sueña lamiendo, casi muda, la verdinosa piedra.

Antonio Machado

Geometría



PROVERBIOS Y CANTARES - XVII
El hombre sólo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía; y con la doble llave que guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón.

Antonio Machado

Bodegón 3487@08



PROVERBIOS Y CANTARES - XXVII
¿Dónde está la utilidad de nuestras utilidades? Volvamos a la verdad: vanidad de vanidades.

Antonio Machado

Manzana gruyere



CONSEJOS
I
Este amor que quiere ser acaso pronto será; pero ¿cuándo ha de volver lo que acaba de pasar? Hoy dista mucho de ayer. ¡Ayer es Nunca jamás!
II
Moneda que está en la mano quizá se deba guardar: la monedita del alma se pierde si no se da.

Antonio Machado

Zumo de limón



AL LIBRO «NINFEAS», DEL POETA JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Un libro de amores, de flores fragantes y bellas, de historias de lirios que amasen estrellas; un libro de rosas tempranas y espumas de mágicos lagos en tristes jardines, y enfermos jazmines, y brumas lejanas de montes azules... Un libro de olvido divino que dice fragancia del alma, fragancia que puede curar la amargura que da la distancia, que sólo es el alma la flor del camino. Un libro que dice la blanca quimera de la Primavera, de gemas y rosas ceñida, en una lejana, brumosa pradera perdida...
París, junio de 1901.
Antonio Machado

martes, 14 de octubre de 2008

Rocinante II


Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura, para comprar libros de caballerías en que leer; y así llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva: porque la claridad de su prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en muchas partes hallaba escrito

Molinos 9@08


El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.

Fantasia Quijotesca



PASCUA
Desde la iglesia la vieja lleva la hostia, cuidándola como a un polluelo. En los blanquecinos ojos el abril y la pascua. En la boca ajada un diente y una fábula Sobre la gallina y su huevo de oro. —¡Eh!,¡hijita!... hace años se hizo añicos, la pascua, la fábula.
Anfisa Osinnik

Molinos 56769@08



CANCIÓN DEL BATALLÓN
Creado por la mano inexperta el hombrecillo de la blanca página, pequeño chueco cabezapierna, acongojado por estar solo.
Aquí va el hombrecito. Aquí va el hombrecito. Aquí va el hombrecito. Solo, solito.
Revive la blanca página. Extraños hombrecitos van en fila en la formación renguea el cabezapierna. Triste por estar solo.
Aquí va el hombrecito. Aquí va el hombrecito. Aquí va el hombrecito. Solo
solito.
Anfisa Osinnik

Molinos 8967@08



HOMBRE
Agotado en el cruce del camino. Sin vigor que anteponer, sin deseos de regresar exhausto divisaba tres cruces a las que quiso estar uncido. Dimas, Gestas y Melek-Yahud Con Él se fueron al polvo, a colorear al pálido barro, como estela incombustible en las cenizas tibias del Eclesiastés. El apóstol Pedro silenciaba los escritos de Magdalena. Palabras quemadas en sus labios petrificados que desconocen temblor alguno. “Sólo a mí me besaba en la boca a mí me llamaba amada por Dios.”
Anfisa Osinnik

Molinos 847@08



En la muerte de José Hierro
Llegó por la tristeza a la alegríay allí su corazón atribuladohabló del que, convicto y derrotado,aun José o Pepe Hierro se sabía.Lo mismo que Machado, convertíalas viejas amarguras del pasadoen resplandor silente y regresadoque en su verso, de nuevo, renacía..Llantos en las lejanas avenidas,el eco musical de los colores,el poso de la vida y sus doloresdejaron en sus sienes las heridas,que en sus versos quedaron retratadasy en líricas palabras trasmutadas.
Alicante 22 de diciembre de 2002
Manuel Parra Pozuelo

Bienvenidos

Gracias por entrar a mi blog. En esta página veréis momento personales de mi vida,aderezados con mis fotos,unas malas y otras no tanto. Me encantaría que las comentárais. Espero que os guste.