domingo, 4 de octubre de 2009

Atlantic Ocean 6346@09


A ROSA DE ALBERTI, QUE TOCABA, PENSATIVA, EL ARPA (SIGLO XIX)
Rosa de Alberti allá en el rodapié del mirador del cielo se entreabría, pulsadora del aire y prima mía, al cuello un lazo blanco de moaré.
El barandal del arpa, desde el pie hasta el bucle en la nieve, la cubría. Enredando sus cuerdas, verdecía, alga en hilos, la mano que se fue.
Llena de suavidades y carmines, fanal de ensueño, vaga y voladora, voló hacia los más altos miradores.
¡Miradla querubín de querubines, del vergel de los aires pulsadora. Pensativa de Alberti entre las flores!

Rafael Alberti, 1924

Atlantic Ocean 8355@09


A FEDERICO GARCÍA LORCA
Sal tú, bebiendo campos y ciudades, en largo ciervo de agua convertido, hacia el mar de las albas claridades, del martín-pescador mecido nido;
que yo saldré a esperarte, amortecido, hecho junco, a las altas soledades, herido por el aire y requerido por tu voz, sola entre las tempestades.
Deja que escriba, débil junco frío, mi nombre en esas aguas corredoras, que el viento llama, solitario, río.
Disuelto ya en tu nieve el nombre mío, vuélvete a tus montañas trepadoras, ciervo de espuma, rey del monterío.

Rafael Alberti, 1924

Atlantic Ocean 835656@09



SAN RAFAEL (SIERRA DE GUADARRAMA)
Zarza florida Rosal sin vida. Salí de mi casa, amante, por ir al campo a buscarte. Y en una zarza florida hallé la cinta prendida, de tu delantal, mi vida. Hallé tu cinta prendida, y más allá, mi querida, te encontré muy mal herida bajo del rosal, mi vida. Zarza florida Rosal sin vida. Bajo del rosal sin vida.

Rafael Alberti

Atlantic Ocean 857@09


Si mi voz muriera en tierra llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar y nombardla capitana de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela!

Rafael Alberti, 1924

Atlantic Ocean 95784@09



Si yo nací campesino, si yo nací marinero, ¿por qué me tenéis aquí, si este aquí yo no lo quiero?
El mejor día, ciudad a quien jamás he querido, el mejor día —¡silencio!— habré desaparecido.

Rafael Alberti, 1924

Atlantic Ocean 9567@09


A UN CAPITÁN DE NAVÍO
Homme libre, toujours tu chériras la mer.
C. Baudelaire
Sobre tu nave —un plinto verde de algas marinas, de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar, capitán de los vientos y de las golondrinas, fuiste condecorado por un golpe de mar.
Por ti los litorales de frentes serpentinas desenrollan, al paso de tu arado, un cantar: —Marinero, hombre libre que los mares declinas, dinos los radiogramas de tu estrella Polar.
Buen marinero, hijo de los llantos del norte, limón del mediodía, bandera de la corte espumosa del agua, cazador de sirenas;
todos los litorales amarrados del mundo pedimos que nos lleves en el surco profundo de tu nave, a la mar, rotas nuestras cadenas.

Rafael Alberti, 1924

Atlantic Ocean 835 @09



INVITACIÓN AL AIRE
Te invito, sombra, al aire. Sombra de veinte siglos, a la verdad del aire, del aire, aire, aire. Sombra que nunca sales de tu cueva, y al mundo no devolviste el silbo que al nacer te dio el aire, del aire, aire, aire. Sombra sin luz, minera por las profundidades de veinte tumbas, veinte siglos huecos sin aire, del aire, aire, aire. ¡Sombra, a los picos, sombra, de la verdad del aire, del aire, aire, aire!

Rafael Alberti

Atlantic Ocean 94@09



EL ÁNGEL BUENO
Vino el que yo quería el que yo llamaba. No aquel que barre cielos sin defensas. luceros sin cabañas, lunas sin patria, nieves. Nieves de esas caídas de una mano, un nombre, un sueño, una frente. No aquel que a sus cabellos ató la muerte. El que yo quería. Sin arañar los aires, sin herir hojas ni mover cristales. Aquel que a sus cabellos ató el silencio. Para sin lastimarme, cavar una ribera de luz dulce en mi pecho y hacerme el alma navegable.

Rafael Alberti

Atlantic Ocean 847@09



EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS
Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando, del 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4. Tizas frías y esponjas rayaban y borraban la luz de los espacios. Ni sol, luna, ni estrellas, ni el repentino verde del rayo y el relámpago, ni el aire. Sólo nieblas. Vírgenes sin escuadras, sin compases, llorando. Y en las muertas pizarras, el ángel de los números, sin vida, amortajado sobre el 1 y el 2, sobre el 3, sobre el 4...

Rafael Alberti

Marco 8947@09


CON ÉL
Zarparé, al alba, del Puerto, hacia Palos de Moguer, sobre una barca sin remos. De noche, solo, ¡a la mar! y con el viento y contigo! Con tu barba negra tú, yo barbilampiño.

Rafael Alberti, 1924

Bienvenidos

Gracias por entrar a mi blog. En esta página veréis momento personales de mi vida,aderezados con mis fotos,unas malas y otras no tanto. Me encantaría que las comentárais. Espero que os guste.