sábado, 28 de febrero de 2009

SSILAH 5468@09



EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS
Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando, del 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4. Tizas frías y esponjas rayaban y borraban la luz de los espacios. Ni sol, luna, ni estrellas, ni el repentino verde del rayo y el relámpago, ni el aire. Sólo nieblas. Vírgenes sin escuadras, sin compases, llorando. Y en las muertas pizarras, el ángel de los números, sin vida, amortajado sobre el 1 y el 2, sobre el 3, sobre el 4...

Rafael Alberti

Assilah 564@09



DESAHUCIO
Ángeles malos o buenos, que no sé, te arrojaron en mi alma. Sola, sin muebles y sin alcobas, deshabitada. De rondón, el viento hiere las paredes, las más finas, vítreas láminas. Humedad. Cadenas. Gritos. Ráfagas. Te pregunto: ¿cuándo abandonas la casa, dime, qué ángeles malos, crueles, quieren de nuevo alquilarla? Dímelo.

Rafael Alberti

Assilah 8564@09


LO QUE DEJÉ POR TI
Dejé por ti mis bosques, mi perdida arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida.
Dejé un temblor, dejé una sacudida, un resplandor de fuegos no apagados, dejé mi sombra en los desesperados ojos sangrantes de la despedida.
Dejé palomas tristes junto a un río, caballos sobre el sol de las arenas, dejé de oler la mar, dejé de verte.
Dejé por ti todo lo que era mío. Dame tú, Roma, a cambio de mis penas, tanto como dejé para tenerte.

Rafael Alberti

Malabata 8954@09



CON ÉL
Zarparé, al alba, del Puerto, hacia Palos de Moguer, sobre una barca sin remos. De noche, solo, ¡a la mar! y con el viento y contigo! Con tu barba negra tú, yo barbilampiño.

Rafael Alberti, 1924

Assilah 89456@09



CANCIÓN 8
Hoy las nubes me trajeron, volando, el mapa de España. ¡Qué pequeño sobre el río, y qué grande sobre el pasto la sombra que proyectaba!
Se le llenó de caballos la sombra que proyectaba. Yo, a caballo, por su sombra busqué mi pueblo y mi casa.
Entré en el patio que un día fuera una fuente con agua. Aunque no estaba la fuente, la fuente siempre sonaba. Y el agua que no corría volvió para darme agua.

Rafael Alberti

Mdina 9475@09



EL FAROLERO Y SU NOVIA
—Bien puedes amarme aquí, que la luna yo encendí, tú, por ti, sí, tú, por ti. —Sí, por mí. —Bien puedes besarme aquí, faro, farol farolera, la más álgida que vi. —Bueno, sí. —Bien puedes matarme aquí, gélida novia lunera del faro farolerí. —Ten. ¿Te di?

Rafael Alberti

Atlantic Ocean 8567@09



SALAS DE LOS INFANTES (PREGÓN DEL AMANECER)
¡Arriba, trabajadores madrugadores!
¡En una mulita parda baja la aurora a la plaza el aura de los clamores, trabajadores!
¡Toquen el cuerno los cazadores; hinquen el hacha los leñadores; a los pinares el ganadico, pastores!

Rafael Alberti, 1925

Assilah 837@09



DESAHUCIO
Ángeles malos o buenos, que no sé, te arrojaron en mi alma. Sola, sin muebles y sin alcobas, deshabitada. De rondón, el viento hiere las paredes, las más finas, vítreas láminas. Humedad. Cadenas. Gritos. Ráfagas. Te pregunto: ¿cuándo abandonas la casa, dime, qué ángeles malos, crueles, quieren de nuevo alquilarla? Dímelo.

Rafael Alberti

Medina 98437@09


AMARANTA
... calzó de viento ...
GÓNGORA
Rubios, pulidos senos de Amaranta, por una lengua de lebrel limados. Pórticos de limones, desviados por el canal que asciende a tu garganta.
Rojo, un puente de rizos se adelanta e incendia tus marfiles ondulados. Muerde, heridor, tus dientes desangrados, y corvo, en vilo, al viento te levanta.
La soledad, dormida en la espesura, calza su pie de céfiro y desciende del olmo alto al mar de la llanura.
Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende, y gladiadora, como un ascua impura, entre Amaranta y su amador se tiende.

Rafael Alberti

Atlantic Ocean 835@09



MADRIGAL AL BILLETE DE TRANVÍA
Adonde el viento, impávido, subleva torres de luz contra la sangre mía, tú, billete, flor nueva, cortada en los balcones del tranvía.
Huyes, directa, rectamente liso, en tu pétalo un nombre y un encuentro latentes, a ese centro cerrado y por cortar del compromiso.
Y no arde en ti la rosa, ni en ti priva el finado clavel, si la violeta contemporánea, viva, del libro que viaja en la chaqueta.

Rafael Alberti

Assilah 837@09



A FEDERICO GARCÍA LORCA
Sal tú, bebiendo campos y ciudades, en largo ciervo de agua convertido, hacia el mar de las albas claridades, del martín-pescador mecido nido;
que yo saldré a esperarte, amortecido, hecho junco, a las altas soledades, herido por el aire y requerido por tu voz, sola entre las tempestades.
Deja que escriba, débil junco frío, mi nombre en esas aguas corredoras, que el viento llama, solitario, río.
Disuelto ya en tu nieve el nombre mío, vuélvete a tus montañas trepadoras, ciervo de espuma, rey del monterío.

Rafael Alberti, 1924

Medina 9784@09



GALOPE
Las tierras, las tierras, las tierras de España, las grandes, las solas, desiertas llanuras. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, al sol y a la luna.
¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan las tierras de España, en las herraduras. Galopa, jinete del pueblo, caballo cuatralbo, caballo de espuma.
¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie; que es nadie la muerte si va en tu montura. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, que la tierra es tuya.
¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!

Rafael Alberti

Malabata 83457@09


Visto como un canto sonoro para la paz mundial, es aprehensible por todos los sentidos. Sus luces y sus signos, yo los quisiera tener también para todos los pueblos nostramericanos.
Disneyworld, Parque Epcot, 03-11-2000.
Luis Álvarez

Assilah 83467@09



EN LONTANANZA
Para Richard y Marvia.
Escritura espontánea es la que se desliza por estas líneas no comprometidas en la espera.
tendrían que ser, a la vera, solidarias —Como decía José Luis mientras bordeábamos la Bahía de San Juan—
para protestar cuando se compromete el futuro de los niños viequenses que quieren ver sus cuerdas inmensamente verdes y verdemente inmensas, sembradas de azúcar y café.
San Juan de Puerto Rico, agosto de 2000.
Luis Álvarez

Assilah 8735@09


Para Sara
La lluvia golpea los cristales mientras el silencio me inmuta por el peso de los recuerdos. Júpiter continúa cargando su carruaje mientras mis oídos conservan el ruido de sus pasos. Aprehendo nociones y celajes que hace tiempo habían huido de mí, pero que hoy acariciaron mi frente. Sin embargo, sólo contemplando tus gualdos mares que me muestran los azules mares de Key Biscaine, puedo entender la inmensidad que me rodea y la verdeoquedad en lontananza.

Assilah 84357@08



COLORES DE OTRO OTOÑO
Para Sara
Hoy he vuelto a ver amarillos Los plátanos que, diariamente, Bordean mi camino. También he visto moradas las hojas De otros árboles que aún no he conocido. No... No era mentira. Estaban más hermosos Que cuando contemplábamos Los rizos del primer equinoccio. Mi mano trémula por pesos y cansancios Quiso mostrarte el oro más refulgente de la tarde. ¿Por qué no pude? No lo sé. Tal vez mi mano que intentó abrazarte No encontró el ansiado sostén de otras miradas. Quise explicarte con tus propias palabras La fusión oroazul de aquellas copas. No recibí respuesta. Claro... Por un momento había olvidado Que no andabas conmigo.

Bienvenidos

Gracias por entrar a mi blog. En esta página veréis momento personales de mi vida,aderezados con mis fotos,unas malas y otras no tanto. Me encantaría que las comentárais. Espero que os guste.