jueves, 31 de julio de 2008

Ana 946708@08

Es mediodía. Un parque. Invierno. Blancas sendas; simétricos montículos y ramas esqueléticas. Bajo el invernadero, naranjos en maceta, y en su tonel, pintado de verde, la palmera. Un viejecillo dice, para su capa vieja: «¡El sol, esta hermosura de sol!...» Los niños juegan. El agua de la fuente resbala, corre y sueña lamiendo, casi muda, la verdinosa piedra.

Antonio Machado

Autorretrato 487@08



Si yo fuera un poeta galante, cantaría a vuestros ojos un cantar tan puro como en el mármol blanco el agua limpia.
Y en una estrofa de agua todo el cantar sería:
«Ya sé que no responden a mis ojos, que ven y no preguntan cuando miran, los vuestros claros, vuestros ojos tienen la buena luz tranquila, la buena luz del mundo en flor, que he visto desde los brazos de mi madre un día».

Antonio Machado

na 934678@08


Todo hombre tiene dos batallas que pelear: en sueños lucha con Dios; y despierto, con el mar.

Antonio Machado

Ana 83457@08



Siempre fugitiva y siempre cerca de mí, en negro manto mal cubierto el desdeñoso gesto de tu rostro pálido. No sé adónde vas, ni dónde tu virgen belleza tálamo busca en la noche. No sé qué sueños cierran tus párpados, ni de quien haya entreabierto tu lecho inhospitalario.
.......................................................
Detén el paso, belleza esquiva, detén el paso. Besar quisiera la amarga, amarga flor de tus labios.

Antonio Machado

Desde mi Terraza 8347@08


Soñé a Dios como una fragua de fuego, que ablanda el hierro, como un forjador de espadas, como un bruñidor de aceros, que iba firmando en las hojas de luz: Libertad. - Imperio.

Antonio Machado

Ana 8437208



PRELUDIO
Mientras la sombra pasa de un santo amor, hoy quiero poner un dulce salmo sobre mi viejo atril. Acordaré las notas del órgano severo al suspirar fragante del pífano de abril.
Madurarán su aroma las pomas otoñales, la mirra y el incienso salmodiarán su olor; exhalarán su fresco perfume los rosales, bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor.
Al grave acorde lento de música y aroma, la sola y vieja y noble razón de mi rezar levantará su vuelo suave de paloma, y la palabra blanca se elevará al altar.

Antonio Machado

Noche de verano



NOCHE DE VERANO
Es una hermosa noche de verano. Tienen las altas casas abiertos los balcones del viejo pueblo a la anchurosa plaza. En el amplio rectángulo desierto, bancos de piedra, evónimos y acacias simétricos dibujan sus negras sombras en la arena blanca. En el cénit, la luna, y en la torre, la esfera del reloj iluminada. Yo en este viejo pueblo paseando solo, como un fantasma.

Antonio Machado

Desde mi Terraza 83467@08



Las ascuas de un crepúsculo morado detrás del negro cipresal humean... En la glorieta en sombra está la fuente con su alado y desnudo Amor de piedra, que sueña mudo. En la marmórea taza reposa el agua muerta.

Antonio Machado

Autorretrato 23746@08


Lejos de tu jardín quema la tarde inciensos de oro en purpurinas llamas, tras el bosque de cobre y de ceniza. En tu jardín hay dalias. ¡Malhaya tu jardín!... Hoy me parece la obra de un peluquero, con esa pobre palmerilla enana, y ese cuadro de mirtos recortados... y el naranjito en su tonel... El agua de la fuente de piedra no cesa de reír sobre la concha blanca.

Antonio Machado

Ana 893457@08



La casa tan querida donde habitaba ella, sobre un montón de escombros arruinada o derruida, enseña el negro y carcomido maltrabado esqueleto de madera.
La luna está vertiendo su clara luz en sueños que platea en las ventanas. Mal vestido y triste, voy caminando por la calle vieja.

Antonio Machado

Ana 93578@08


Eran ayer mis dolores como gusanos de seda que iban labrando capullos; hoy son mariposas negras.
¡De cuántas flores amargas he sacado blanca cera! ¡Oh tiempo en que mis pesares trabajaban como abejas!
Hoy son como avenas locas, o cizaña en sementera, como tizón en espiga, como carcoma en madera.
¡Oh tiempo en que mis dolores tenían lágrimas buenas, y eran como agua de noria que va regando una huerta! Hoy son agua de torrente que arranca el limo a la tierra.
Dolores que ayer hicieron de mi corazón colmena, hoy tratan mi corazón como a una muralla vieja: quieren derribarlo, y pronto, al golpe de la piqueta.

Antonio Machado

Autorretrato 834572@08


El poeta es jardinero. En sus jardines corre sutil la brisa con livianos acordes de violines, llanto de ruiseñores, ecos de voz lejana y clara risa de jóvenes amantes habladores. Y otros jardines tiene. Allí la fuente le dice: Te conozco y te esperaba. Y él, al verse en la onda transparente: ¡Apenas soy aquel que ayer soñaba! Y otros jardines tiene. Los jazmines añoran ya verbenas del estío, y son liras de aroma estos jardines, dulces liras que tañe el viento frío. Y van pasando solitarias horas, y ya las fuentes, a la luna llena, suspiran en los mármoles, cantoras, y en todo el aire sólo el agua suena.

Antonio Machado

jueves, 17 de julio de 2008

Rosas 93467@08


Pensé morir, sentí de cerca el frío, y de cuanto viví sólo a ti te dejaba: tu boca eran mi día y mi noche terrestres y tu piel la república fundada por mis besos.
En ese instante se terminaron los libros, la amistad, los tesoros sin tregua acumulados, la casa transparente que tú y yo construimos: todo dejó de ser, menos tus ojos.
Porque el amor, mientras la vida nos acosa, es simplemente una ola alta sobre las olas, pero ay cuando la muerte viene a tocar a la puerta
hay sólo tu mirada para tanto vacío, sólo tu claridad para no seguir siendo, sólo tu amor para cerrar la sombra.

Pablo Neruda, 1959

Rincones 43867@08


Si no fuera porque tus ojos tienen color de luna, de día con arcilla, con trabajo, con fuego, y aprisionada tienes la agilidad del aire, si no fuera porque eres una semana de ámbar,
si no fuera porque eres el momento amarillo en que el otoño sube por las enredaderas y eres aún el pan que la luna fragante elabora paseando su harina por el cielo,
oh, bienamada, yo no te amaría! En tu abrazo yo abrazo lo que existe, la arena, el tiempo, el árbol de la lluvia,
y todo vive para que yo viva: sin ir tan lejos puedo verlo todo: veo en tu vida todo lo viviente.

Pablo Neruda, 1959

Rosas 34968@08



SONETO VI
En los bosques, perdido, corté una rama oscura y a los labios, sediento, levanté su susurro: era tal vez la voz de la lluvia llorando, una campana rota o un corazón cortado.
Algo que desde tan lejos me parecía oculto gravemente, cubierto por la tierra, un grito ensordecido por inmensos otoños, por la entreabierta y húmeda tiniebla de las hojas.
Pero allí, despertando de los sueños del bosque, la rama de avellano cantó bajo mi boca y su errabundo olor trepó por mi criterio
como si me buscaran de pronto las raíces que abandoné, la tierra perdida con mi infancia, y me detuve herido por el aroma errante.

Pablo Neruda, 1959

Rosas 3857@08


No te toque la noche ni el aire ni la aurora, sólo la tierra, la virtud de los racimos, las manzanas que crecen oyendo el agua pura, el barro y las resinas de tu país fragante.
Desde Quinchamalí donde hicieron tus ojos hasta tus pies creados para mí en la Frontera eres la greda oscura que conozco: en tus caderas toco de nuevo todo el trigo.
Tal vez tú no sabías, araucana, que cuando antes de amarte me olvidé de tus besos mi corazón quedó recordando tu boca,
y fui como un herido por las calles hasta que comprendí que había encontrado, amor, mi territorio de besos y volcanes.

Pablo Neruda, 1959

Desaturación


Áspero amor, violeta coronada de espinas, matorral entre tantas pasiones erizado, lanza de los dolores, corola de la cólera, por qué caminos y cómo te dirigiste a mi alma?
Por qué precipitaste tu fuego doloroso, de pronto, entre las hojas frías de mi camino? Quién te enseñó los pasos que hasta mí te llevaron? Qué flor, qué piedra, qué humo mostraron mi morada?
Lo cierto es que tembló la noche pavorosa, el alba llenó todas las copas con su vino y el sol estableció su presencia celeste,
mientras que el cruel amor me cercaba sin tregua hasta que lacerándome con espadas y espinas abrió en mi corazón un camino quemante.

Pablo Neruda, 1959

lunes, 14 de julio de 2008

Fue luz el fuego.....


Fue luz el fuego y pan la luna rencorosa, el jazmín duplicó su estrellado secreto, y del terrible amor las suaves manos puras dieron paz a mis ojos y sol a mis sentidos.
Oh amor, cómo de pronto, de las desgarraduras hiciste el edificio de la dulce firmeza, derrotaste las uñas malignas y celosas y hoy frente al mundo somos como una sola vida.
Así fue, así es y así será hasta cuando, salvaje y dulce amor, bienamada Matilde, el tiempo nos señale la flor final del día.
Sin ti, sin mí, sin luz ya no seremos: entonces más allá del la tierra y la sombra el resplandor de nuestro amor seguirá vivo.

Pablo Neruda, 1959

El olvido



El olvido
Todo el amor en una copa ancha como la tierra, todo el amor con estrellas y espinas te di, pero anduvistecon pies pequeños, con tacones sucios sobre el fuego, apagándolo.
Ay gran amor, pequeña amada!
No me detuve en la lucha. No dejé de marchar hacia la vida, hacia la paz, hacia el pan para todos, pero te alcé en mis brazosy te clavé a mis besos y te miré como jamás volverán a mirarte ojos humanos.
Ay gran amor, pequeña amada!
Entonces no mediste mi estatura, y al hombre que para ti apartó la sangre, el trigo, el aguaconfundistecon el pequeño insecto que te cayó en la falda.
Ay gran amor, pequeña amada!
No esperes que te mire en la distancia hacia atrás, permanececon lo que te dejé, pasea con mi fotografía traicionada, yo seguiré marchando, abriendo anchos caminos contra la sombra, haciendo suave la tierra, repartiendo la estrella para los que vienen.
Quédate en el camino.Ha llegado la noche para ti.Tal vez de madrugadanos veremos de nuevo.
Ay gran amor, pequeña amada!
Pablo Neruda

El daño



El daño
Te he hecho daño, alma mía, he desgarrado tu alma.
Entiéndeme.Todos saben quién soy, pero ese Soy es además un hombre para ti.
En ti vacilo, caigo y me levanto ardiendo. Tú entre todos los seres tienes derecho a verme débil. Y tu pequeña mano de pan y de guitarra debe tocar mi pecho cuando sale al combate.
Por eso busco en ti la firme piedra. Ásperas manos en tu sangre clavo buscando tu firmezay la profundidad que necesito, y si no encuentro sino tu risa de metal, si no hallo nada en qué sostener mis duros pasos, adorada, recibemi tristeza y mi cólera, mis manos enemigas destruyéndote un poco para que te levantes de la arcilla, hecha de nuevo para mis combates.
Pablo Neruda

Corazón mio


Corazón mío, reina del apio y de la artesa: pequeña leoparda del hilo y la cebolla: me gusta ver brillar tu imperio diminuto, las armas de la cera, del vino, del aceite,
del ajo, de la tierra por tus manos abierta de la sustancia azul encendida en tus manos, de la transmigración del sueño a la ensalada, del reptil enrollado en la manguera.
Tú con tu podadora levantando el perfume, tú, con la dirección del jabón en la espuma, tú, subiendo mis locas escalas y escaleras,
tú, manejando el síntoma de mi caligrafía y encontrando en la arena del cuaderno las letras extraviadas que buscaban tu boca.

Pablo Neruda, 1959

Ausencia



Ausencia
Apenas te he dejado,vas en mí, cristalinao temblorosa,o inquieta, herida por mí mismoo colmada de amor, como cuando tus ojosse cierran sobre el don de la vidaque sin cesar te entrego.
Amor mío,nos hemos encontrado sedientos y nos hemos bebido todo el agua y la sangre, nos encontramos con hambre y nos mordimos como el fuego muerde, dejándonos heridas.
Pero espérame, guárdame tu dulzura. Yo te daré también una rosa.
Pablo Neruda

Lagunas de Ruidera 8457@08



SONETO IX
Al golpe de la ola contra la piedra indócil la claridad estalla y establece su rosa y el círculo del mar se reduce a un racimo, a una sola gota de sal azul que cae.
Oh radiante magnolia desatada en la espuma, magnética viajera cuya muerte florece y eternamente vuelve a ser y a no ser nada: sal rota, deslumbrante movimiento marino.
Juntos tú y yo, amor mío, sellamos el silencio, mientras destruye el mar sus constantes estatuas y derrumba sus torres de arrebato y blancura,
porque en la trama de estos tejidos invisibles del agua desbocada, de la incesante arena, sostenemos la única y acosada ternura.

Pablo Neruda, 1959

miércoles, 9 de julio de 2008

The Moon


Crece el insano ardor, crece el engaño del que en las aguas vio su imagen bella; y él, sola causa en su mortal querella, busca el remedio y acrecienta el daño.
Vuelve a verse en la fuente ¡caso extraño!: del'agua sale el fuego; mas en ella templarlo piensa, y la enemiga estrella sus ojos cierra al fácil desengaño.
Fallecieron las fuerzas y el sentido al ciego amante amado, que a su suerte la costosa beldad cayó rendida.
Y ahora, en flor purpúrea convertido, l'agua, que fue principio de su muerte, hace que crezca, y prueba a darle vida.
Juan de Arquijo

lunes, 7 de julio de 2008

Uvas Manchegas 487@08



POEMA DE LA SIGUIRIYA GITANA
EL PASO DE LA SIGUIRIYA
Entre mariposas negras va una muchacha morena junto a una blanca serpiente de niebla.
Tierra de luz, cielo de tierra.
Va encadenada al temblor de un ritmo que nunca llega; tiene el corazón de plata y un puñal en la diestra.
¿Adónde vas, siguiriya, con un ritmo sin cabeza? ¿Qué luna recogerá tu dolor de cal y adelfa?
Tierra de luz, cielo de tierra.

Federico García Lorca

Bodegón 34867@08



LAS TRES HOJAS
1
Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena!
2
Debajo de la hoja de la lechuga tengo a mi amante malo con calentura.
3
Debajo de la hoja del perejil tengo a mi amante malo y no puedo ir.

Federico García Lorca

Cítricos 3857@08



CASIDAS
IV CASIDA DE LA MUJER TENDIDA
Verte desnuda es recordar la Tierra. La Tierra lisa, limpia de caballos. La Tierra sin un junco, forma pura cerrada al porvenir: confín de plata.
Verte desnuda es comprender el ansia de la lluvia que busca débil talle o la fiebre del mar de inmenso rostro sin encontrar la luz de su mejilla.
La sangre sonará por las alcobas y vendrá con espada fulgurante, pero tú no sabrás dónde se ocultan el corazón de sapo o la violeta.
Tu vientre es una lucha de raíces, tus labios son un alba sin contorno, bajo las rosas tibias de la cama los muertos gimen esperando turno.

Federico García Lorca

Uvas Manchegas 83257@08



BALADA INTERIOR
A GABRIEL
El corazón, Que tenía en la escuela Donde estuvo pintada La cartilla primera, ¿Está en ti, Noche negra?
(Frío, frío, Como el agua Del río.)
El primer beso Que supo a beso y fue Para mis labios niños Como la lluvia fresca, ¿Está en ti, Noche negra?
(Frío, frío Como el agua Del río.)
Mi primer verso. La niña de las trenzas Que miraba de frente ¿Está en ti, Noche negra?
(Frío, frío, Como el agua Del río,)
Pero mi corazón Roído de culebras, El que estuvo colgado Del árbol de la ciencia, ¿Está en ti, Noche negra?
(Caliente, caliente, Como el agua De la fuente.)
Mi amor errante, Castillo sin firmeza, De sombras enmohecidas, ¿Está en ti, Noche negra?
(Caliente, caliente, Como el agua De la fuente.)
¡Oh, gran dolor! Admites en tu cueva Nada más que la sombra. ¿Es cierto, Noche negra?
(Caliente, caliente, Como el agua De la fuente.)
¡Oh, corazón perdido! ¡Réquiem aeternam!
Vega de Zujaira, 16 de julio de 1920

Federico García Lorca, 1920

Bodegón 238567@08



Ay voz secreta del amor oscuro ¡ay balido sin lanas! ¡ay herida! ¡ay aguja de hiel, camelia hundida! ¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro!
¡Ay noche inmensa de perfil seguro, montaña celestial de angustia erguida! ¡ay perro en corazón, voz perseguida! ¡silencio sin confín, lirio maduro!
Huye de mí, caliente voz de hielo, no me quieras perder en la maleza donde sin fruto gimen carne y cielo.
Deja el duro marfil de mi cabeza, apiádate de mí, ¡rompe mi duelo! ¡que soy amor, que soy naturaleza!

Federico García Lorca, 1935-1936

Velas 9478@08



TEORÍAS
CAZADOR
¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van.
Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas sus cuatro sombras.
¡Bajo pinar! Cuatro palomas en la tierra están.

Federico García Lorca

Amigo


Amigo, levántate para que oigas aullar al perro asirio. Las tres ninfas del cáncer han estado bailando, hijo mío. Trajeron unas montañas de lacre rojo y unas sábanas duras donde estaba el cáncer dormido. El caballo tenía un ojo en el cuello y la luna estaba en un cielo tan frío que tuvo que desgarrarse su monte de Venus y ahogar en sangre y ceniza los cementerios antiguos.
Amigo, despierta, que los montes todavía no respiran y las hierbas de mí corazón están en otro sitio. No importa que estés lleno de agua de mar. Yo amé mucho tiempo a un niño que tenía una plumilla en la lengua y vivimos cien años dentro de un cuchillo. Despierta. Calla. Escucha. Incorpórate un poco. El aullido es una larga lengua morada que deja hormigas de espanto y licor de lirios. Ya vienen hacia la roca. ¡No alargues tus raíces! Se acerca. Gime. No solloces en sueños, amigo.
¡Amigo! Levántate para que oigas aullar al perro asirio.

Federico García Lorca, 1929-1930

Bodegón 34857@08



CANCIONES PARA TERMINAR
AGUA, ¿DÓNDE VAS?...
Agua, ¿dónde vas? Riyendo voy por el río a las orillas del mar.
Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada. Yo... ¡temblar!
¡Qué deseo, qué no deseo, por el río y por la mar!
(Cuatro pájaros sin rumbo en el alto chopo están).

Federico García Lorca

Lectura 4857@08



ÁRBOL DE CANCIÓN
PARA ANA MARÍA DALÍ
Caña de voz y gesto, una vez y otra vez tiembla sin esperanza en el aire de ayer.
La niña suspirando lo quería coger; pero llegaba siempre un minuto después.
¡Ay sol! ¡Ay luna, luna! Un minuto después. Sesenta flores grises enredaban sus pies.
Mira cómo se mece una vez y otra vez, virgen de flor y rama, en el aire de ayer.

Federico García Lorca

Bienvenidos

Gracias por entrar a mi blog. En esta página veréis momento personales de mi vida,aderezados con mis fotos,unas malas y otras no tanto. Me encantaría que las comentárais. Espero que os guste.