
Siempre fugitiva y siempre cerca de mí, en negro manto mal cubierto el desdeñoso gesto de tu rostro pálido. No sé adónde vas, ni dónde tu virgen belleza tálamo busca en la noche. No sé qué sueños cierran tus párpados, ni de quien haya entreabierto tu lecho inhospitalario.
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Detén el paso, belleza esquiva, detén el paso. Besar quisiera la amarga, amarga flor de tus labios.
Antonio Machado
1 comentario:
Eduardo
Este retrato es excelente; Ana es bella, especialmente la mirada… ¡Qué ojos! Me encanta esta serie de ambos.
Besos a los dos.
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