
Después, amor, que mis cansados añosdieron materia a lástima y a risa,cuando debiera ser cosa precisael costoso escarmiento en tus engaños;y de los verdaderos desengañosel padre volador también me avisa,que aunque todo lo muda tan aprisa,su costumbre común niega a mis daños;cuando ya las razones y el instintopudieran de mí mismo defendermey por causa fundada en escarmiento;en otro peligroso laberintome pone amor, y ayudan a perdermememoria, voluntad y entendimiento.
Juan de Tassis y PeraltaConde de Villamediana
1 comentario:
Eduardo
Este señor me llena de ternura, tiene rostro de historia y trabajo.
Me ha gustado mucho.
Un beso
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