
Las Rosas
Entonces hubiera gritado: ¡Señor, salva a Juan! He visto deshacerse muchas bellezas; sería bueno que quedase una como emblema de nuestro tiempo, un licor joven que —contra el uso— no envejeciera nunca... Aún es hoy como monda de naranja, y sonríe, y un aroma delgado aún llena el aire... Pero no, tampoco mi oración obtuvo respuesta
Luis Antonio de Villena, Otoño de 1989
1 comentario:
He disfrurado con tu blog. He admirado tus fotografías y he disfrutado con tu poesía escrita(porque eso es) y de la otra. Siguiré viendote.
Publicar un comentario