
Yo me he asomado a las profundas simas de la tierra y del cielo, y les he visto el fin o con los ojos o con el pensamiento.
Mas ¡ay!, de un corazón llegué al abismo y me incliné un momento, y mi alma y mis ojos se turbaron: ¡Tan hondo era y tan negro!
Gustavo Adolfo Bécquer
Mas ¡ay!, de un corazón llegué al abismo y me incliné un momento, y mi alma y mis ojos se turbaron: ¡Tan hondo era y tan negro!
Gustavo Adolfo Bécquer
2 comentarios:
¡Qué hermosura de colores!... ¡Qué armonía!... ¡Qué belleza! Adoro el trigo, me gustan esos campos con los que tanto me identifico. Si vieras los kilómetros y kilómetros que atravieso llenos de espigas cuando es el mes de noviembre. ¡Un encanto!
Muchos besos.
Es una bella fotografía. Me encanta. Y, de Bécquer, me fascina.
Saludos,
Mariana C.
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