
EL FAROLERO Y SU NOVIA
—Bien puedes amarme aquí, que la luna yo encendí, tú, por ti, sí, tú, por ti. —Sí, por mí. —Bien puedes besarme aquí, faro, farol farolera, la más álgida que vi. —Bueno, sí. —Bien puedes matarme aquí, gélida novia lunera del faro farolerí. —Ten. ¿Te di?
Rafael Alberti
1 comentario:
Hola Eduardo
¡Hermosa combinación de colores! Suaves y delicados. Y El farolero es justo el texto para una imagen así. Me gusta el final, se parece al de Mariposa de Lorca, que después que le repite varias veces “Quédate ahí” al final le pregunta ¿Estás ahí? y acá pasa lo mismo. Confieso que del Quijote no leí porque había una maestra comunista que relacionaba todo con esta obra, como si Fidel fuera Don Quijote y me recuerda esa etapa, pero Alberti y Lorca me encantan.
Un beso
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