
RIMA XXXVI
Si de nuestros agravios en un libro se escribiese la historia, y se borrase en nuestras almas cuanto se borrase en sus hojas.
¡Te quiero tanto aún! ¡Dejó en mi pecho tu amor huellas tan hondas, que sólo con que tú borrases una, las borraba yo todas!
Gustavo Adolfo Bécquer
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